Dicen que la gente qué hace arte tiene cierta sensibilidad para las cosas. Yo digo que particularmente son muy cultas, saben de todo un poco y siempre están dispuestos a querer saber más.
Hace poco más de cuatro meses, conocí a un grupo de artistas, de los van explorando, de los que se van formando en libertad, los que viven enamorados de lo que hacen y tienen más días de felicidad que de tristezas.
Considero el haberlos conocido, una de las experiencias más enriquecedoras de este inicio de año, ¿Por qué?, pues aprendo de su arte, de sus implementos, forma de ver la vida, calidad de persona... sobre todo esto último, que es lo más grandioso, sin egoísmos cuando comparten sus conocimientos y pertenencias, la forma en que me han aceptado, siendo yo una ignorante de su mundo de clavas, bolas, slackline, monociclos, malabares, magia, telas y demás.
Sé que ellos hacen mágica en sus días, y cuando los encuentro me hacen sentir que yo también podría ser una maga.
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